¿Es el alma inmortal? En eso supera la mortalidad humana y crece estacionariamente, aprendiendo e incrementándose en masa y sabiduría con cada encarnación – es inmortal. ¿Pero que es la inmortalidad para un alma? Es nacer, por decirlo de alguna manera, en los mundos de la 3ª Densidad donde se forma dentro de criaturas suficientemente inteligentes como para ofrecer una chispa. Las entidades formadas reaccionan con su entorno, y como el material de las almas está por todas partes en el Universo, la forma toma lugar en cierto grado en muchas cosas vivientes pero se disipa por la carencia de chispa. Como el polen que no puede crecer a menos que sea movido por un agente externo, una abeja o el viento, las entidades formadas en el musgo o en las polillas o pequeños árboles o pájaros es solamente un potencial, y se disipa cuando muere la vida formada.
Los mundos son sembrados con vida y mas tarde sembrados con vida inteligente, una variación mediante ingeniería genética de las especies nativas, como para echarle una mano a las entidades formadas. La inteligencia es la chispa que lleva a las entidades formadas a generarse hasta el punto en que no puedan disiparse, de forma que ellas por si mismas lleguen a estar vivas. Hemos mencionado que las almas no mueren durante las explosiones nucleares, ni se pierden a si mismas en los Agujeros Negros. Las entidades están hechas de un material que puede afectar su entorno mientras permanecen intocadas. El material de las almas no se alimenta, ni se gasta a si mismo. Influye en su entorno mediante la manipulación de su entorno, mas como un maestro de marionetas tirando de las cuerdas, que agotando sus recursos como la audiencia que le tira tomates. Las almas, una vez formadas no mueren. Pueden crecer rápidamente o despacio, pueden estancarse o permanecer en una meseta por un largo tiempo o para siempre, pero no mueren, ni retroceden. No podemos decir nada mas allá de esto porque no lo sabemos.