Los objetos en 3ª y 4ª Densidades ocupan el mismo espacio, de forma parecida a como los humanos atraviesan las paredes. Lo que vosotros llamáis partículas sub-atómicas se mueven a diferentes frecuencias o vibraciones. No chocan entre ellas y ni siquiera se reconocen. Su movimiento no las sitúa en el mismo lugar al mismo tiempo, de la misma forma a como tu paseas por el bosque. Los árboles son mas densos en este caso, y desde tu punto de vista no se mueven en absoluto. Tu te guías a ti mismo a través de los árboles. Las partículas subatómicas de la 4ª Densidad fluyen entre las de 3ª Densidad, como lo hace el agua en su camino entre los obstáculos. Las moléculas en la 3ª y 4ª Densidades simplemente se deslizan unas entre otras, y no interactúan. Por tanto, pueden en efecto ocupar el mismo espacio. El espacio, de hecho, está más vació que lleno. Del mismo modo un planeta puede ser y es, tanto de la 3ª Densidad como de la 4ª al mismo tiempo. Consideramos el tema de cómo viajamos, o se mueve un humano a través de las paredes. No estamos autorizados a explicarlo totalmente. Es suficiente decir que hacemos una reserva en la densidad vibratoria a la que queremos movernos, y luego nos movemos.
Si nos estamos moviendo a una densidad ya ocupada, certificamos un movimiento seguro congelando primero los objetos en el área reservada de forma que no este ocurriendo ninguna acción molecular. Es en esencia una parada mortal, de forma parecida a lo que ocurre en el suelo en los lugares de aterrizaje en los que las plantas dejan de crecer por algún tiempo después del aterrizaje y los nutrientes minerales quedan congelados. Después de que los objetos en el área reservada son congelados, son llevados dentro de la densidad de la que venimos, todavía en su estado congelado. El punto de recepción está esencialmente en medio del vacío, para minimizar los choques moleculares. Cuando las partes congeladas del área reservadas están al alcance, nos introducimos en ese área, nos ordenamos nosotros mismos alrededor de cualquier objeto traído temporalmente desde la densidad de la que nos estamos moviendo, y todo es rápidamente devuelto a la densidad de destino. Problemas tales como los ocurridos en el Experimento Philadelphia no son posibles con este procedimiento, pues si la densidad objetivo está tan atestada que no podemos pisar el escenario, devolvemos los objetos y seleccionamos otro lugar.